La visión de la descentralización en Panamá es la de construir un país más equilibrado, justo y sostenible, donde todas las regiones, municipios y corregimientos tengan la capacidad y los recursos necesarios para promover su propio desarrollo, mejorar la calidad de vida de sus habitantes y contribuir al progreso nacional de manera equitativa.
En esta visión, se destacan los siguientes puntos clave:
Desarrollo regional equitativo: Todas las áreas del país, tanto rurales como urbanas, experimentarán un desarrollo más homogéneo, reduciendo las disparidades socioeconómicas y fomentando oportunidades de crecimiento en todas las comunidades.
Gobiernos locales empoderados: Las autoridades locales tendrán mayor autonomía y capacidad de gestión, con la visión de ser más eficientes, transparentes y responsables en la administración de los recursos públicos, brindando servicios de calidad y adaptados a las necesidades locales.
Participación ciudadana activa: Se promoverá una cultura de participación ciudadana, donde las personas tengan una mayor influencia en las decisiones que afectan a sus comunidades, fortaleciendo la democracia y la cohesión social.
Sostenibilidad y resiliencia: La descentralización permitirá a los gobiernos locales implementar políticas de desarrollo sostenible que consideren las particularidades ambientales y económicas de cada región, fomentando el uso responsable de los recursos naturales y la resiliencia frente a los desafíos como el cambio climático.
Eficiencia en la gestión pública: Los municipios serán modelos de eficiencia, con funcionarios capacitados y sistemas de gestión modernos que permitan una administración pública transparente, ágil y orientada a resultados.