La misión de la descentralización en Panamá está enfocada en promover el desarrollo equitativo y sostenible de todas las regiones del país a través de la transferencia de competencias, responsabilidades y recursos desde el gobierno central hacia los gobiernos locales (municipios y corregimientos). Esto implica fomentar una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones, mejorar la eficiencia en la gestión pública local, y asegurar que los gobiernos locales tengan las herramientas necesarias para atender las necesidades de sus comunidades de manera directa y efectiva.
En términos más específicos, la misión incluye:
Fomentar la participación local: Promover la participación activa de la ciudadanía en la planificación, ejecución y supervisión de los proyectos locales, garantizando que las necesidades de la población sean tomadas en cuenta.
Redistribuir recursos: Asegurar una distribución justa y equitativa de los recursos financieros y técnicos hacia las regiones menos desarrolladas, reduciendo las disparidades entre áreas urbanas y rurales.
Fortalecer la autonomía local: Dotar a los gobiernos locales de mayor autonomía para que puedan diseñar y ejecutar proyectos que respondan a sus propias realidades y prioridades.
Mejorar la gestión pública: Capacitar a las autoridades locales en administración y gestión pública para que puedan hacer un uso eficiente de los recursos y mejorar la calidad de los servicios públicos a nivel local.
Promover el desarrollo sostenible: Impulsar el desarrollo económico, social y ambiental de las regiones a través de una planificación más cercana y ajustada a las realidades locales.